TE CELO PORQUE TE QUIERO
Los celos son un estado emocional alterado que resulta del miedo a perder algo muy valioso, específicamente a nuestra pareja. La persona que los manifiesta proyecta así sus debilidades e inseguridades. Ante la sensación no solo de temor sino de amenaza a su vínculo pasional, sexual o emocional de pareja, y este puede ser por una persona real o imaginaria. Esto significa que dicha emoción puede existir solo en la mente del celoso.
No toda la gente experimenta celos, hay quienes lo son en exceso pero solo con determinadas parejas o en circunstancias muy particulares y dependiendo de qué tan críticos sean esos momentos en su vida afectiva. Por ejemplo después de tener una operación quirúrgica, una enfermedad o una amputación que incide disminuyendo la valía personal del afectado.
Hay también personas que jamás los experimentarán, por lo general son personas que tienen una confianza innata en sí mismos y en los demás y, en algunos casos por no haber vivenciado líos pasionales que les hayan marcado.
Los celos se relacionan con actitudes de desconfianza, recelo, rechazo hostilidad, agresividad, ansiedad, dolor y disminución de la autoestima.
Cuando se deja que invadan toda nuestra esfera afectiva, se pueden convertir en una obsesión y es entonces que se vuelen enfermizos.
Si permito que los celos se apoderen de mi me estoy dando permiso para actuar instintivamente y entonces ya no puedo responder por las consecuencias de mis actos.
Si por el contrario los observo, los reconozco como míos puedo aprender a entenderlos y a domesticarlos, es decir a trabajar en la confianza en mí mismo y en mi pareja.
Cuando yo experimento celos me es más fácil culpar a mi pareja por sentirlos, que admitir que soy yo el inseguro, miedoso o desconfiado y por tanto necesito aprender a entenderlos y a controlarlos.
En nuestra cultura se le da especial valor a la monogamia o exclusividad con la pareja: esto es, que de ninguna manera ni mi pareja ni yo podemos tener una cita o salida con alguien más sin sentirnos amenazados. Es muy probable que así suceda porque a menudo tenemos creencias erróneas de la amistad entre hombre y mujer, esto es que indefectiblemente terminará en atracción sexual. Por otra parte la mala costumbre de estarnos comparando con el otro o la otra. Mayor atractivo, mejor charla, más sentido del humor, más mundo.
Si caigo en el juego de estarme comparando solo para ver mis limitaciones quizá arrastro un grave problema el de ser adicto al sufrimiento.
Y si soy adicto al sufrimiento es muy lógico que entable relaciones con personas poco fiables, deshonestas, infieles, coquetas y de cascos ligeros, solo para comprobar que no se puede confiar en nadie.
Demasiadas relaciones de pareja se dañan por la actitud celosa y hasta melodramática de uno de los dos o ambos. Como rezan muchas canciones : «hay que sufrir cuando se ama». En la cultura machista representa el grado de atención del celoso pues así demuestra su amor . Bastante tiempo que comparten parejas celosas lo usan para cuestionar pelear, intimidar y además lastimarse, dando como resultado que se va instalando la violencia entre ambos de diferentes formas. Esta será una relación basada en el conflicto que lejos de apoyar el desarrollo personal de cada uno los convierte en personas sometidas.
No se vive una relación de pareja, más bien se es prisionero de ella y el carcelero puede ser cada uno según las circunstancias. Vivir en la desconfianza y quizá paranoia con la persona que digo amar ¡que desgastante puede resultar! Y cuánto deteriora una relación que pudo perdurar.
A veces se rompe una relación así solo para ir tras otra exactamente igual, -que significa esto? pues que el que está dañado soy yo y necesito buscar ayuda y recuperarme antes de volver a intentar estar con alguien.
Encelarse de vez en cuando puede ser revitalizante en la relación. No así cuando se convierte en una constante de la relación amorosa.
Referencias
Te celo porque te quiero, Juan José Álvarez Gallou . Ed. Grijalbo, México2012
Ama y no sufras, Walter Riso, Grupo Editorial Norma, México 2003
Celar por amor es mentira, pues la base del amor es la confianza, sin confianza no hay amor. Para acompañar a mi pareja en su desarrollo y alentando en ella su mejor potencial, necesito confiar en primer lugar.
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