VINCULOS CONTAMINANTES

El término tóxico lo descubrí hace ya unos quince años en un artículo sobre ambientes escolares y aludía a la contaminación o enrarecimiento del clima cuando prevalecen durante las clases: críticas, amenazas, burlas, ironías, abusos, intimidación, invisibilidad desestimación y muchas otras actitudes punitivas que dañan gravemente el logro de aprendizajes.
Detectamos a una persona tóxica por la forma en que afecta negativamente a los que le rodean, ya que se relaciona egocéntrica y narcisista: con escasa o nula conciencia de los demás, falta de tacto, de prudencia, de empatía y total descuido de sus vínculos.
Se considera toxico todo aquello que deforma, lastima, deteriora y empobrece el crecimiento de los miembros de la familia, grupo o pareja con: reproches, quejas, culpabilización, victimismo, chantaje, demandas inadecuadas, sobreprotección, invisibilidad, ausencia de diálogo, mentiras, omisiones, y todo tipo de estrategias para tener el control.
El término toxico ha ido ganando espacio y a su vez generalizando a todos aquellos que para comunicarse mienten exageran, sesgan, usan violencia, chantajean, seducen, manipulan.
Casi todos tenemos algún familiar, amigo o conocido con estas características y es muy difícil cambiarles su juego, así que es preferible no confrontarlos ni darles demasiada importancia, a lo mejor resulta hasta divertido ver lo bien que desempeñan su papel pero hay evitar engancharse con sus chismes, falsedades y conflictos. Lo que pudiese tener sentido con estos individuos sería el confrontar sus automatismos que se den cuenta de cómo se creen y viven su propio cuento. Lo verdaderamente preocupante es que roban energía, vienen a dejar sus basura, y si nosotros se las aceptamos ellos después de contaminar se van a retirar alegres y ligeros en busca de otra víctima
En las personas tóxicas prevalece un ser dividido, que vibra en el miedo, la desconfianza y el victimismo, están atrapados en su ego que los gobierna y somete pues le han dejado todo el poder en sus vidas. No reconocen su lado obscuro así que prefieren adjudicarle todas sus limitaciones y carencias a los demás. Se sienten aisladas, separadas pues no perciben al mundo como una unidad, es quizá que su nivel de conciencia es muy bajo que no les permite avanzar en su escala evolutiva.






Desafortunadamente forman parte de nuestro entorno familiar y a los mas «debiles» atrapan con sus mentiras. Dificil expulsarlos de nuestra vida si, pero como dices en tu escrito es mejor ignorarlos. Tengo un hermano toxico.
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Cuando sabemos que hacen esto no por elección podemos mirarlos con bondad infinita para mover en ellos las fibras que los conviertan en personas más sanas. suerte con tu hermano, te obliga a aprender.
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