Lo que el dinero no puede comprar
El dinero por sí mismo no hace que la gente nos ame, tampoco nos hace simpáticos o agradables, no puede comprar: amistad, dignidad, alegría, salud, felicidad, integridad, paciencia, humildad, sabiduría y muchos otros valores más. Ya que estos provienen de nuestro espíritu así como del nivel de conciencia que hemos logrado. Quizá aquí es donde podemos decir que hay personas que han estado tan ocupadas gastando su dinero que no han tenido tiempo de desarrollar estos valores que antes mencionados, arrastrando consigo un nivel mayor de pobreza en todas las esferas de su vida.
Nuestra relación con el dinero está condicionada con la forma en que nuestros padres lo hicieron. Si hubo una relación de carencia o lo fue de abundancia ello se reflejará en el valor que le asignamos a lo material. Tener una relación sana con el dinero nos permite muchas libertades.Pero si nuestro apego a el se vuelve excesivo terminamos esclavizados a posesiones y a cosas.
El dinero sirve para gastos de supervivencia : comida, techo, ropa, en primer lugar, también para darnos comodidad, sirve entre muchas cosas para hacernos la vida más ligera, para darnos gustos, satisfacciones y caprichos. Pero no puede darnos todo, adjudicarle todo el valor a este elemento no hace bien a nadie. Por ejemplo el dinero me da la posibilidad de inscribirme en un gimnasio, no así las ganas, la persistencia y la fuerza de voluntad para ejercitar mi cuerpo, moldearlo y mantenerlo en forma. El dinero no compra carácter ni fuerza de voluntad, no compra persistencia, ni interés, tampoco motivación o placer por realizar algo. Me da la posibilidad de comprar ropa cara, perfumes, cosméticos, accesorios, alhajas, pero no así el que al portarlos yo me vea bien y además me sienta cómoda confiada, y plena. El dinero me abre infinidad de posibilidades; da vuelo a mis fantasías, anhelos, pone de relieve mis carencias y me enfrenta con mi ego. Claro que si porque mucho de lo que yo haga con el dinero va a ser para encajar, para quedar bien, para sorprender, para competir con gente que alguna vez me trató con desdén. Le doy gusto a mi ego en este mano a mano con la vida, con todo lo que me ha hecho sentir inferior o insuficiente. El dinero me permite jugar muchos juegos que en algún momento se convierten en trampas que la vida moderna enarbola como éxito.
Nuestra relación con el dinero puede ser fluida, podemos si queremos aprender a darle su justo valor sin esperar de él magia, ni milagros, ya que tampoco es responsable de nuestro crecimiento emocional, moral o espiritual. Si hemos logrado resolver las necesidades de subsistencia entonces podemos aprovecharlo con sensatez para crecer más en aquellas áreas de nuestra vida que permanecen incompletas. Como pueden ser mayor preparación académica, mayor salud física y emocional, mayor sentido de vida, mayor participación social y un sinfín de proyectos.
la mejor inversión del dinero , es mantener nuestra salud y sobre todo darle un sentido a nuestra vida. me parecio muy interesante este articulo, saludos Psico Carolina de gaby avila.
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Mucha gente tiene creencias negativas respecto al dinero, que si corrompe, que si nos vuelve superficiales, creo hay que rescatar que si lo sabemos utilizar nos puede brindar satisfacciones mayores como comprar buenos libros, ir a un buen espectáculo, mejorar la alimentación y muchas cosas más. gracias Gaby-
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