Mujeres de las que los hombres huyen
Cuantas veces nos hemos preguntado ¿porqué si es tan hermosa, inteligente, elegante y preparada no tiene pareja? O bien porque sus relaciones no perduran, será que asusta a los hombres? -y hay demasiado de cierto en ello- no todas las mujeres están entrenadas para sostener una relación amorosa, y es que en su huida de los patrones tradicionales como por ejemplo de ser mantenida por los hombres ellas mismas caen en un rol defensivo, extremista y también sexista. Convierte entonces sus relaciones en una competencia donde a cada escalada se van perdiendo uno al otro. El tiempo compartido es una lucha de poder donde cada cual quiere tener la razón y ponerse por encima del otro. Al parecer es un tipo de relación destructiva que desgasta lejos de acercar, más bien crea una muralla infranqueable . Otro ejemplo es caer en el otro extremo de perseguir y atosigar al hombre mediante llamadas o mensajes a través de diferentes medios, -esto no gusta tampoco-, el hombre se siente emboscado y saldrá de inmediato a recuperar su libertad. Vale la pena recordar, sin embargo, que a pesar de estar juntos en una relación, cada parte debe tener su propio espacio privado. No se puede construir una vida encima de otra, cada cual tiene una historia, tiene sus secretos y también un territorio que por momentos comparte con los demás pero también decide cuándo y hasta donde. Estas mujeres no entienden la simple verdad de que se vale halagar la vanidad de ellos, a veces darles por su lado, y fingir ingenuidad. Nuestros hombres necesitan sentirse seguros, aceptados y aptos.
Aprender a convivir con un hombre no es nada del otro mundo si sabemos convivir con nosotras mismas, si valoramos de ellos todo lo que aportan a la relación y si además estamos dispuestas a respetarlos.
Entre las cosas que los hombres no soportan de las mujeres están las siguientes: huirle a la intimidad, tener expectativas demasiado elevadas respecto a la relación , falta de sentido del humor, ser controladoras, las que dan en exceso, la que desea que la mantengan, la que su mayor deseo es casarse, entre las más destacadas. No está de menos añadir otras que aunque en menor escala también viene a engrosar la lista. La que finge estar extremadamente bien, la que sabe mucho de arte o ciencia y cultura, las inmaduras emocionales, la que se siente superior a cualquier hombre, la excesivamente correcta, las que parecen hombres pues no tiene la menor coquetería en su arreglo y forma de ser, las autosuficientes esto es que jamás permiten que se les pague una cuenta y mucho menos que se les abra la puerta del auto e incluso cargarles las bolsas del mandado.
Tener intimidad es propiciar tiempo para estar juntos, platicar y conocernos, en esencia una mescla de amor y amistad caracterizado por el compartir y entendimiento mutuos. Cuando una mujer teme esto es probable que en el fondo exista miedo a ser rechazada, al abandono y a la pérdida.
Son expectativas superlativas las que podemos explicar así; cuando encontramos a nuestro hombre y creemos que somos capaces de cambiarle hábitos que nos desagradan como beber, fumar, comer en exceso, ser obeso, jugador, mujeriego. Esto es una gran trampa, nadie va a cambiar solo por dar gusto a los demás, es mejor aceptar a la persona tal como es o mejor no hacerlo. De lo contrario vamos a enfrentar la decepción, pero ojo no es nuestra pareja quien nos decepciona, sino la forma en que acomodamos las cosas.
La solemnidad, el exceso de austeridad, la seriedad no son propicios en las relaciones afectivas dado que mucha tensión se elimina si usamos el sentido del humor. La distancia más corta entre dos personas es la risa por lo tanto aquellas mujeres fúnebres, sufridoras, o que parecen guardianes son rechazadas porque provocan temor en los hombres, un problema pequeño se convierte en una bola gigante ya que todo se lo toman demasiado en serio.
Tener el control absoluto de la relación con actitudes de dictadoras porque hay un miedo espantoso de mostrar sus inseguridades. Sin consultar, solo imponer, manipular, chantajear para lograr salirse con la suya .Es muy bueno platicar acerca de nuestros gustos, de lo que deseamos, de lo que no nos agrada y ya es decisión del otro el hacer algo al respecto o continuar igual. Y si además somos insistentes y hasta usamos el chantaje para exigir que cambie menos lo hará.
Las que solo se interesan por la cartera de su hombre, quieren ser mantenidas y que sean cumplidos todos sus caprichitos, de lo contrario hacen berrinche como niñas chiquitas, imaginen cuando sea la esposa? Tendrá trabajando al marido como burro porque nunca estará satisfecha, siempre querrá más y más.
Las que solo llevan saliendo algunas semanas con el hombre y ya quieren presentarlo con su familia, preguntan todo el tiempo: ¿a qué estarías dispuesto por nuestro amor? para ver si el tipo se engancha y le pide matrimonio, los llevan de manera tendenciosa a ver casas, condominios, muebles y entre suspiro y suspiro están mandando mensajes de que urge firmar el contrato.
Dar todo en cualquier tipo de relación no es sano, la reciprocidad resulta favorable, buscando ser equitativos le damos equilibrio a la relación. Las mujeres que dan demasiado tienen el complejo de Wendy, se sienten rescatadoras o mártires, o son la amante fácil, las que dan todo a los demás porque se han anulado a sí mismas, por lo tanto no buscan darse primero.
Falta agregar lo que Ariadna publicó en su blog: “sobre exigentes y que nunca están conformes del todo. «Vos misma lo estás diciendo AUTO-SUFICIENTE, los hombres no se acercan porque ustedes no les dan el espacio de hombre, como son mujeres ocupadas sólo los buscan para tener un «consolador con piernas» lo primero que le dicen a un hombre: «yo tengo mi vida» o sea a ustedes mujeres guapas y autosuficientes les gusta controlar todo, el día que se ven la hora, qué van a cenar, les falta querer ponerle collar y correa, y cuando encuentran un hombre que no sigue esas reglas, que no les tiene miedo y va al frente ahí ustedes retroceden, porque ese si es un hombre, pero cuál es el problema ahí?, no lo pueden dominar ni darle órdenes, entonces preguntan porque los hombres huyen? ,los hombres no huyen, ustedes sólo buscan tipos que puedan dominar, y cuando aparece uno que es indomable ahí ustedes lo dejan pasar, sólo buscan lo que a ustedes les conviene, lo que les queda mentalmente cómodo, ustedes quieren sexo sin consecuencias, y se olvidan que ustedes mujeres guapas y autosuficientes tienen la consecuencia más grande, no son felices»
Una mujer a la que cualquier hombre estará dispuesto amar es; la que sabe escuchar, la que da consuelo, la que sana con sus palabras, la que no busca un príncipe azul o el personaje de telenovela, la que quiere un hombre de carne y hueso, con muchos defectos, tantos como los que ella tiene, la que no pone por delante los errores, las dificultades y limitaciones de su hombre como pretexto para salir huyendo, esta mujer no suprime, no juzga, no pone etiquetas ni quiere el control absoluto de la relación, sabe ser pareja, reconoce los aciertos abiertamente y se ocupa poco de las equivocaciones, es compañera, amiga, amante y se permite caminar lado a lado de su pareja.
http://ariadnabb.blogspot.mx/2013/05/por-que-los-hombres-huyen-de-las-mujeres.html