Historias de cuarentena
Somos la unión y la fuerza, el yo y los demás
Mientras nuestro hábitat respiraba esto es lo que adentro cambiaba
la madre embelesada veía lo que a sus hijos transformaba:
y fueron muchos …
Los que se hicieron propósitos firmes, los que tuvieron retos, los que enfrentaron sus miedos, los que se cacharon en sus pretextos, los que desafiaron sus no puedo.
Los que dieron, los que recibieron, los que entendieron.
Los que pintaron, bailaron, amaron, cuidaron.
Los que sembraron plantas, los que dieron ánimos y confianza.
Los que aprendieron a orar, y encontraron en Dios su consuelo.
Los que rescatan, los que sonríen, los que dan una mano, los que piden ayuda, los que reconocen sus debilidades, los que nutren el alma con poesía y canciones, los que nos señalan belleza escondida en los lugares menos pensados, los que aprendemos a dar besos y abrazos con la mirada.
Los que abonaron la tierra y con nuevos brotes continúan siendo vida
También recordamos quienes somos y a que venimos, nos vimos cara a cara con nuestro presente y pasado, descubrimos fortalezas escondidas, estrenamos nuevas formas de dar y de amar.
Reconozco en todos una parte de mí, veo en cada uno lo que se transformó para mí
Somos el bosque y el pino, somos la gota y el mar.