Desde la reacción a la resiliencia, es en este encuentro con el miedo, la duda, las defensas donde cuesta conectar con el corazón y es atreviéndose a sacarse la máscara, y la pose y un poco el personaje que puedo sotear por las murallas erigidas a la soledad, entrar en el mundo del otro es una aventura donde sucederá igual que conmigo a veces retraerse y avanzar en espiral y si sólo soy capaz de aceptar del otro su estar tal cual sin exigir, ni demandar, acorralar, nos damos permiso para irnos abriendo de a poquito, tal vez sucede el milagro de volver a creer, sanar heridas, hacernos más fuertes a partir de esa vulnerabilidad mostrada y mirada cómo ese puente necesario de crecimiento y felicidad