Como sanar el alma

Alma proviene del latín ánima y del griego psyché, que significa ‘alma humana’, y, en ese sentido, alma es sinónimo de psique, ‘soplo vital’ y self (el sí-mismo), pero también es sinónimo de individuo, persona o habitante.
Platón interpreta el alma principalmente en dos sentidos: el alma como aquello que permite a los seres vivos realizar actividades vitales, y, en el caso del alma humana, como el principio divino e inmortal que nos faculta para el conocimiento y la vida buena.
Si nuestra alma es la mente pero también nuestra conciencia y aún más el principio divino que nos faculta para conocer? de que manera la enfermamos? Y mejor aún ¿ Si podemos reconocer que factores influyen en ella para enfermarse? Es quizá nuestro propósito de vida quien nos pueda dar algunas respuestas.
Vero Fuentes en su Manual para sanar el Alma dice así “La misión de vida es el propósito del alma o experiencia humana, Un trabajo personal como sanarnos a nosotros mismos». ¿ Y cómo es sanarnos a nosotros mismos? ¿Sera acaso, reconocer nuestras heridas, nuestro dolor, todo aquello que nos paraliza, nuestros bloqueos, lo que obscurece nuestros momentos de felicidad, lo que mina nuestras energías, que desestabiliza nuestras emociones?

Un ejemplo sería estar dispuestos a abrazar todo lo que hemos rechazado por considerarlo: incomprensible, despreciable, repugnante o simplemente desconocido (también llamado sombra) pues al integrar esas partes obscuras y traerlas a la luz, permitimos que el amor fluya de nuevo en su máxima expresión. Ya nos dimos cuenta que siempre que nos atrevemos a algo nuevo que nos causa temor descubrimos recursos en nosotros que no sabíamos que existían, estos mismos al ser integrados incrementan nuestra fuerza y nos motivan a seguir probando, -se convierten en retos que incrementan la chispa de la vida-, nuestra sombra es la mejor oportunidad de crecimiento que tenemos pues es ignorancia pura, nuestro trabajo es el poder integrarla en forma de asignaturas pendientes.
Reconocer, mirar e integrar la sombra es un gran proceso, observar todo aquello que no había sido iluminado o alumbrado permite salir de la ilusión de este sueño, en realidad salimos del juicio y estamos listos para evolucionar, mirar sin juicio hace posible que todas nuestras creencias se disuelvan, una de ellas y que tiene como raíz el miedo: vibrar en miedo es creer que tengo enemigos por todas partes, que quieren atacarme y por ello tengo que estar siempre a la defensiva, que la gente busca dañarme a toda costa.
No hay nada que pueda lastimarme, todo es parte de mi, todos los golpes que recibo provienen de lo que pienso, de mis formas de relacionarme y de cómo tomo a los demás. Cuando se ha vivido dolor en esta y otras vidas el corazón se cierra, esto es se endurece y con ello nos desconectamos de la fuente original es decir de nuestra alma.
En nuestras vidas solo hay dos caminos el amor y el miedo “El alma conoce su camino y temas pero la mente nos confunde trayéndonos de vuelta a lo conocido y confortable”. Nuestra mente nunca cesa de traer pensamientos del pasado o del futuro de manera dramatizada debido a que la mente está al servicio de nuestra zona de confort, de lo que es familiar y busca evitar el gastar energía, o también sufrir. Aprender a poner al ego en su lugar, no dejar que controle nuestra vida,o quien se haga cargo de nuestras decisiones nos va a permitir un equilibrio, un espacio libre de juicios, de etiquetas, de clasificar lo bueno y malo y aceptando lo que es simple y sencillamente.
Nos hacemos adultos a nivel espiritual y podemos guiar nuestra vida en libertad total al hacer conocido lo desconocido dentro de nosotros. Diferenciar entre nuestra alma y el ego, descubrir la sabiduría de nuestro corazón es decir dejar de perdernos en racionalizaciones del intelecto.
Si deseo sanar el alma debo pensar en términos de energía, al final de cuentas la materia es la manifestación física de la energía, la energía la emitimos en primera instancia en la ente inconsciente, de nuestras emociones y nuestras elecciones. Experimentándonos en un auténtico dar desde la profundidad del ser” No hay otra forma de sanar el alma que a través del corazón, la única forma de entrar a nuevos campos de vibración es por medio de un corazón abierto y en paz, abierto para recibir todos los regalos que la vida nos da, abierto para dar a los demás todo lo que nos ha sido dado en forma de dones. En paz significa que ha sabido perdonar, libre de cargas, resentimientos, culpas y deudas pendientes con aquellas personas donde hubo desacuerdos, malos entendidos y problemas.
Fuentes Garza Verónica, Manual para sanar el Alma. Una guía para recordar tu grandeza, Sextil editores Méx.2021

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