
Retorno a lo sagrado
Despertar de los condicionamientos donde estuvimos mucho tiempo para hoy reconocer que somos y queremos, como una elección de vida en su totalidd.
Despertar de los condicionamientos donde estuvimos mucho tiempo para hoy reconocer que somos y queremos, como una elección de vida en su totalidd.
Tener desarrrollado el musculo de la tolerancia a la frustración nos evita dolor innecesario, no siempre se consigue lo que se desea, y caminos para conseguirlo hay muchos, esto es lo que hay que enseñar a nuestros hijos.
Cuando perdemos lo que más amamos atravesamos por varias etapas, las experimentamos y acomodamos según los recursos, pero que sucede cuando le restamos importancia?
Educar la mente, reconocer nuestras emociones, aprender a gestionarlas, ponerlas a nuestro servicio es parte de la educación emocional que necesitamos para gozar de nuestro presente, encausar nuestro futuro, conservar nuestra luminosidad y alinearnos con el plan infinito.
Las personas emocionalmente sanas son capaces de identificar y controlar sus sentimientos de manera asertiva y se sienten bien acerca de sí mismos. Tienen confianza en el proceso de la vida. Recibimos lo que atraemos, atraemos lo que pensamos y si esto es negativo solo recibimos en consecuencia.
La sensación de desmerecimiento proviene de nuestra infancia temprana, muchas oportunidades perdidas, sentimientos de incapacidad, no retener las cosas valiosas radican en este sentimiento, Revisarlo y modificarlo nos da herramientas para lograr todo lo que merecemos.
El reconocer en los demás cualidades y defectos es equivalente a la cantidad de proyecciones de las que no estamos conscientes, es por ello que les adjudicamos todo aquello que es nuestro, que permanece en nosotros pero no podemos reconocerlo.
Hay un gran abismo entre amarnos y ser soberbios, entre sabernos valiosos y ponernos por encima de los demás para engrandecernos, el verdadero amor nos lo concedemos a nosotros y los demás.