Nuestra manera de narrar lo que sentimos y pensamos requiere el manejo de un lenguaje comprensible al alcance de las mayorías, es importante nuestra participación en su construcción. Nuestro mundo interior reclama una autentica voz.
En nuestro proceso de socialización las mujeres aprendemos que someternos a los hombres es la mejor arma para retenerlos, ellos son hostiles y crueles en su relación con nosotras levantando una muralla que nos divide y aleja cada vez más.Los hombres necesitan programas de entrenamiento emocional para lograr mayor empatía con las mujeres.