LOS DISCURSOS DEL IMAGINARIO EMOCIONAL
Un vocabulario para narrarnos desde lo que sentimos

En un mundo en constante evolución hay lenguajes que nombran lo que pensamos y sentimos a través de las épocas, con ello se intenta dar cuenta de lo que pasa por la mente, toca el corazón y resuena con lo externo, y aunque no siempre concuerda con lo verdadero o concreto la pretensión es ir construyendo un vocabulario común que nombre lo que pensamos y sentimos de adentro hacia afuera. Me estoy refiriendo a nuestra subjetividad, a eso que resulta problemático decir porque no existen las palabras que lo nombren.
De la definición de Durand (2000), imaginario son las imágenes mentales y visuales que manifiestan los valores e interpretaciones de la sociedad en el mundo.
Las palabras forman pensamientos y los pensamientos producen emociones. Solo podemos pensar en las palabras que conocemos, y sentir emoción por experiencias recordadas, y a medida que cada uno se apega a objetos, personas, ideas o recuerdos va entretejiendo un tapiz o trama emocional individual. Esta trama de representan la interpretación de valores y del mundo en nuestra sociedad y aplicados a nuestra realidad mexicana.
representan nuestras vidas internas, una obra maestra en curso que no está disponible para nadie más. Desarrollamos nuestra capacidad para describir, y al mismo tiempo, para comprender el mundo, desplegamos un conjunto de matices con pedacitos de lo que verdaderamente emociona, apasiona, crea conflictos o pacifica, y en este sentido si alguna parte de mi encuentra identificación con algún conjunto de ideas, y que además me otorguen significado entonces las defenderé ferozmente.




Vivimos en un mundo polarizado donde coexisten multiplicidad de realidades que representan series de hechos individuales trascendentales hilvanados con los cuales construimos una narrativa apegada a esos pedazos, convenientemente que nos dan identidad y pertenencia, además de poder colectivo. Esas biografías aumentadas y corregidas que explican quiénes somos, que nos confieren una identidad y una pertenencia no es más un entramado de vivencias trascendentes, mitad verdad, mitad mentira, proyecciones de sueños, imaginería, porque en el núcleo de nuestra pequeña comprensión hay una mirada que resulta subjetiva: omitimos, agrandamos, achicamos, damos giros y piruetas con la imaginación de la forma que mejor conviene.
Todo está construido con mitos mentiras, ideologías, fe y religión. Es comprensible que como fenómeno humano la omisión, recortar, ocultar y agrandar no dejan espacio para una sola realidad, Hay un menú para elegir cual es nuestra verdad.
Y es un factor determinante la asistencia del ser humano a experiencias dramáticas como la guerra, pestes, plagas desastres naturales que desencadenan emociones de ansiedad, incertidumbre, odio, locura, terror y muerte, y al mismo tiempo de forma paralela cohabitan con el amor, la ternura, la solidaridad, lealtad y bondad. Transitamos y compartimos además centenares de emociones y de las cuales solo puedo nombrar por ser las más familiares: el miedo, amor, tristeza enojo, asco, vergüenza, desolación, sorpresa, dolor, remordimiento, alegría, gratitud entre otras..
En Latinoamérica, la criminalidad, las mentiras, los robos virtuales, los abusos y las escalada de la violencia, en sus múltiples expresiones, genera climas de miedo que envuelven al ciudadano en una sensación de constante amenaza, y motiva sentimientos de fracaso, apatía, desesperanza y resentimiento, entre otros, nuestro reto es observar la multiplicidad de realidades que conviven a diario con nosotros Estas realidades vienen reclamando nuevas expresiones que den cuenta de la subjetividad de su naturaleza.
Indudablemente que durante este siglo hemos asistido a un sinnúmero de cambios vertiginosos que nos han ido atravesando y marcando, donde nuestro repertorio emocional cobra nuevos significados, los motivos para la alegría y tristeza se transforman, surgen nuevos espectáculos donde lo que sentimos se queda mudo y no atinamos a explicarlo con palabras.
Convertirnos en co-creadores de un lenguaje universal que explique más allá de las categorías enunciadas y lograr dar cuenta de un repertorio que abarque lo sutil y subjetivo del mundo interno habitado por la mente y una conciencia en expansión resulta insoslayable preferentemente al alcance de todos y en aras de lograr una mejor comprensión y pautas de comunicación más integradoras.
Ni el paciente ni el terapeuta tienen un lenguaje para explicar las luchas internas libradas al interior de la mente y el cuerpo del paciente Janina Fisher 2022






Entender al otro, aun con todo ese caos emocional en un momento determinado es un gran reto. Y efectivamente el lenguaje va mas allá de lo que nuestras palabras pueden expresar.
Respetar que cada individuo crea su propia realidad a veces sin llegar a comprendernos también es parte de nuestra aceptación.
Saludos Caro
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Comprendiste el sentido del artículo, es en la práctica psicoterapeuta donde más sucede esto! Y hay que recurrir a los tonos de voz, posturas del cuerpo, puntuaciones, etc para indagar que es lo que se quiere decir y no se puede! Gracias 🙏
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